El recuerdo y el olvido son ideas opuestas,
aunque sean ideas opuestas las dos pueden llegar a beneficiarnos y perjudicarnos.
El recuerdo es lo que, la mayoría de las veces, vemos como algo positivo y no
como algo negativo, ya que la mayoría de las cosas que vivimos son cosas que
nos gustaría recordar ya sea para después, para no repetir malas experiencias o
solo porque es un buen recuerdo. Inevitablemente hay buenos recuerdos que no
vamos a recordar nunca o hasta que vivamos una situación similar, como un olor
que nos gusta o el sabor de una comida, y no hay nada que podamos hacer sobre
estos recuerdos ya que en el primer lugar no sabemos que los olvidamos hasta
que los recordamos. Por el otro lado el olvido, generalmente algo malo, también
puede llegar a ser algo bueno, cuando vivimos situaciones incómodas o cualquier
situación ¨fea¨ lo primero que deseamos es poder olvidarla, sin embargo puede
llegar a se algo malo ya que estos errores, aunque sean tan feos que los
queremos olvidar, nos sirven siempre para saber como evitarlos la próxima vez y
no volver a repetirlos. En estas situaciones es cuando vemos al olvido como
algo bueno y que nos podría llegar a favorecer es después de un tiempo que nos
damos cuenta de que este momento finalmente nos sirvió como una lección. Para
poder recordar las cosas más importantes es necesario olvidar cosas que no son
tan necesarias y eso es algo que no podemos controlar, viéndolo desde este
punto de vista el recuerdo puede ser algo malo ya que recordamos
involuntariamente cosas que no son necesarias o que nosotros no queremos
recordar. En la parte negativa el olvido es generalmente visto como algo malo,
en situaciones como olvidarse las llaves del auto, olvidarse de hacer la tarea,
olvidar un cumpleaños o de estudiar para un examen.
Como conclusión se podría decir que ambos, el
recuerdo y el olvido, pueden ser vistos como algo bueno o algo malo dependiendo
de la situación en la que estemos y dependiendo del punto de vista de cada uno.